No ha habido sorpresas. Los empresarios van a rechazar la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) de 965 a 1.000 euros (en 14 pagas) de forma retroacitva desde el 1 de enero pasado anunciado por el Gobierno. Así se desprende del rechazo unánime a este incremento mostrado hoy porl comité ejecutivo de las patronales CEOE y Cepyme a este incremento avanzado ayer por la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

La cúpula empresarial justifica esta negativa a aceptar un salario mínimo de 1.000 euros al mes debido a «un contexto económico de incertidumbre, en el que previsiblemente no se recuperarán los niveles de negocio precrisis hasta 2023, con presiones crecientes en los costes de las empresas y una notable caída acumulada de la productividad».

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