A pesar de las últimas modificaciones de la normativa, los autónomos continúan estando excluidos del sistema de formación bonificada.
Una parte de la cotización de cada empleado en una empresa está destinada a formación, y se especifica en la nómina. Este crédito de formación procede de la cuota de los seguros sociales que cada empresa tiene destinada a formación profesional. Se trata de un tipo de cotización obligatoria, por lo que todos los trabajadores tienen derecho a acceder a esta formación. Sin embargo, los autónomos no. Si tienen contratados empleados pueden optar a esta formación, pero ellos no. Por tanto, si el colectivo quiere sacar partido de este tipo de cotización, la opción es ofrecerla a sus empleados.
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