Un empleado, con 41 años de antigüedad, ha sido indemnizado con 131.000 euros por despido improcedente tras romper el contrato al ser relegado por su empresa a funciones de menor responsabilidad.
Degradar de categoría profesional a un trabajador puede salir caro. Una empresa ha tenido que pagar la indemnización de 131.000 euros por despido improcedente que le correspondía a un empleado con 41 años de antigüedad al que la compañía relegó a un puesto de menor responsabilidad. Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid declaró conforme a derecho la extinción de la relación laboral a instancias del trabajador por el perjuicio a su formación profesional y menoscabo de su dignidad.
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