Una vez presentada su declaración de la renta, es más común de lo que se piensa encontrar posibles errores u omisiones que afectan al resultado final. Sin embargo, si se encuentra en esta situación, ¡que no cunda el pánico! hay formas de solucionar el problema sin que la Agencia Tributaria le imponga una sanción.
Este tipo de errores se pueden dar por distintos motivos: que haya ingresos que no se han declarado, deducciones no aplicadas o bien, porque se hayan incluido datos erróneos. Por esto, el cauce para la rectificación en cada ocasión es diferente, dependiendo de que sean en perjuicio de Hacienda o del contribuyente.