En un contexto todavía de máxima dificultad, la búsqueda de un empleo sigue siendo un tortuoso camino que, en no pocas ocasiones, está repleto de trampas. En internet se puede encontrar ofertas laborales muy atractivas, pero que pueden ser un fraude que trata de aprovecharse de la necesidad ajena.
Sueldos por encima de lo que da el mercado y horarios «extremadamente flexibles» suelen ser los anzuelos recurrentes. Aquellos que responden a estos anuncios, en ocasiones han recibido una solicitud de transferencia bancaria o incluso pagar una suma de dinero por concepto de gastos de alojamiento o documentos. Una primera recomendación, en este sentido, es que nunca pagues por inscribirte a una oferta.
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