El Gobierno prevé «nuevas figuras tributarias» para compensar el coste de la subida de las pensiones de los próximos dos años, que asciende a 4.800 millones de euros. El Programa de Estabilidad 2018-2012 remitido a Bruselas en la noche del 30 de abril habla de nuevos impuestos, en plural. Es decir, que a la ya anunciada tasa digital se sumarían otros tributos para recaudar, en conjunto, un total de 2.100 millones de euros entre este año y 2019.

El Plan de Estabilidad del Ejecutivo apenas concreta mucho más de esas «nuevas figuras tributarias». Sí hace referencia a que será una fiscalidad indirecta, es decir, que recaerá sobre el consumo, y que se planteará en el marco del Pacto de Toledo y dentro de «iniciativas tributaria europeas».

Fuentes de Hacienda consultadas señalan que, «de momento, sólo se trabaja en la puesta en marcha de este impuesto a las digitales». Sin embargo, queda por justificar de dónde saldrá un ingreso adicional de 900 millones de euros en el próximo ejercicio. El programa remitido a Bruselas recoge que el nuevo impuesto sobre las digitales «permitirá obtener una recaudación adicional de 600 millones de euros anuales». Mientras que para este año el incremento de recaudación previsto corresponde a esos 600 millones de euros, para 2018 la previsión se eleva a 1.500. Es decir, 900 millones más que se obtendrían de esas «nuevas figuras tributarias».

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