Un estudio de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos y de la Universidad Complutense de Madrid desvela que existen un gran número de profesionales por cuenta propia que, en realidad, podrían ser falsos autónomos.

La conclusión se obtiene al analizar parámetros como quién determina el horario de la jornada laboral o el orden de las tareas que debe realizar un autónomo. Teóricamente, este profesional debe tener independencia para tomar este tipo de decisiones. Si no es así, estaríamos ante potenciales falsos autónomos. Si este tipo de profesionales tienen ese tipo de dependencias frente a los clientes deberían estar incluidos en el Régimen General, como asalariados. Y no como trabajadores por cuenta propia; pues en realidad no lo son. 

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