El pasado sábado, el último BOE del año publicó hasta siete reales decretos con medidas fiscales que suman más de 1.000 páginas con cambios tributarios. Sin embargo, no se incluyó la ya tradicional prórroga anual del impuesto sobre el patrimonio. Así, 1 de enero de 2018 desapareció virtualmente el impuesto sobre el patrimonio en España. Eso dice la legislación vigente. Los contribuyentes afectados por este tributo no deben cantar victoria. Hacienda tiene margen para rectificar. El impuesto sobre el patrimonio es un tributo que se suprimió en 2008 y que se recuperó con carácter “temporal” a partir de 2013. Desde entonces, cada año, Hacienda ha pospuesto su eliminación en los Presupuestos Generales correspondientes y, si no se aprobaban las cuentas, a través de un real decreto en diciembre. Así se hizo, por ejemplo, para el ejercicio 2017. Sin embargo, para 2018, nada de esto ha sucedido y el año ha empezado sin que se haya prorrogado el tributo. Hoy, la ley dice que desde el 1 de enero de 2018 el impuesto sobre el patrimonio está bonificado al 100% en toda España y nadie debe pagarlo.
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