El Ministerio de Hacienda, tras la entrada en vigor el pasado 1 de enero del nuevo sistema de cotización de los autónomos, ha delimitado las deducciones a las que tienen derecho estos contribuyentes. Mediante una consulta vinculante publicada por la Dirección General de Tributos, el departamento que dirige María Jesús Montero ha establecido que las cuotas a pagar –que suponen un gasto deducible en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF)– tendrán que regularizarse en el año en el que se conoce cuál ha sido la cotización real de los autónomos, que suele ser el posterior a la campaña de la renta. Ello, explican varias fuentes consultadas, permite sortear un aluvión de reclamaciones que sufriría la Agencia Tributaria, además de acabar con la picaresca de algunos trabajadores por cuenta propia.

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