Ausentarse durante tres días del puesto de trabajo sin dar explicaciones a la empresa no es suficiente para se entienda que el trabajador tiene la voluntad de dimitir. Con este argumento, basado en la doctrina del Tribunal Supremo, resuelve el Tribunal Superior de Justicia de Canarias un caso en el que una empresa dio de baja por dimisión a un empleado que no acudió durante tres días seguidos al trabajo sin justificación (acceda a la sentencia aquí).

El tribunal canario defiende que la empresa no debió considerar las faltas de asistencia del trabajador como una dimisión o voluntad de no continuar con la relación laboral por su parte. En su lugar, el empleador podría haber sancionado ese incumplimiento de su obligación de trabajar con un despido disciplinario.

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