Cuando estalló la pandemia, las empresas mandaron a sus equipos a casa. De la noche a la mañana, personas que no habían funcionado nunca en remoto continuaron desempeñando sus funciones desde el salón o la mesa de la cocina con toda la normalidad que fue humanamente posible. Muchos de ellos lo hicieron con sus propios equipos y sufragando los gastos derivados de este cambio, pero, sobre todo, demostraron responsabilidad. Ahora es el momento de devolverles esa confianza, especialmente cuando solo un 20% quiere trabajar presencialmente a tiempo completo, según el informe Cigna 360 Well-being Survey.
Leer la noticia completa – click aquí