El Tribunal Supremo considera válidos los chivatazos para que las empresas puedan iniciar una investigación interna que acabe destapando un fraude. Así se desprende de una sentencia del tribunal en la que valida una denuncia anónima como origen de las pesquisas dentro de una compañía de chatarra que finalmente sacó a luz un timo.

La Sala II del Tribunal Supremo ha rechazado los recursos interpuestos contra la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Zaragoza que condenó por estafa a seis personas, relacionadas con una trama de la compañía del sector de hierro y acero.

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