La flexibilidad laboral no es una opción, es un mandato; ser flexible en la organización del trabajo no es un fin en sí mismo, sino una consecuencia, una reacción a los cambios que observamos en las empresas”, asegura Carlos Morán director de recursos humanos en Cepsa.
La reflexión de este directivo ilustra la transformación a la que se están viendo obligadas las compañías, no solo en sus formas de producción sino también en la propia gestión de sus recursos humanos. Para analizar esta cuestión, Cinco Días ha reunido a cuatro expertos en gestionar plantillas,que han diseccionado los problemas a los que se enfrentan a diario por los nuevos espacios laborales, el teletrabajo o la flexibilidad horaria y el derecho a desconexión.
Uno de los desafíos a los que se enfrentan estos profesionales a la hora de abordar medidas de flexibilidad es el conocido comúnmente como café para todos. En este sentido Morán advierte que “un riesgo es la generalización, dar la misma solución a todo el mundo”. En ese sentido defiende que las nuevas tecnologías permiten “que no se someta a todo el mundo al corsé del tiempo y del espacio”. Si bien hay puestos, sobre todo en empresas industriales en los que no se puede introducir este tipo de flexibilidad horaria o espacial. Incluso en algunos puestos administrativos. Un ejemplo es la propia Cepsa, donde en sus oficinas, el 90% practica el free seating –no tener una mesa asignada–, pero hay un 10% que sí lo necesita. Aplicar este método al 100% de la plantilla “sería un caos, hay que dejar algunos puestos anclados; pero el mensaje es que lo importante es el trabajo, da igual desde donde o cuándo lo hagas” añade este responsable de Cepsa.
Leer la noticia completa – click aquí