Alrededor de medio millón de personas son despedidas cada año en España. Algunas vía expediente de regulación de empleo (ERE), porque su empresa cierra; otros por motivos disciplinarios, una vez la empresa considera probado que han incumplido alguna de sus obligaciones laborales; y otros por causas económicas u organizativas, afectados por una reestructuración de la compañía.

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