Las más de 950.000 personas que actualmente perciben una pensión de incapacidad permanente en nuestro país tuvieron que pasar por toda una serie de trámites para conseguir el cobro de la prestación. Es un proceso largo y con diferentes etapas (entre ellas, la más importante, la del tribunal médico) del que no todos los aspirantes salen bien parados: algunos verán cómo se les deniega la pensión.
Las personas a las que la Seguridad Social rechace su solicitud de pensión de jubilación tienen el derecho de recurrir la decisión del organismo. Esta decisión puede comunicarse de dos formas: mediante el envío de una notificación al solicitante (informándole de que la pensión ha sido rechazada) o por silencio administrativo (cuando se supera el plazo de 135 días hábiles desde la solicitud sin emitir respuesta la pensión se considera denegada).
En todos estos casos el ciudadano podrá proceder a la reclamación de esa denegación para intentar conseguir la pensión. Los expertos del bufete especializado Campmany Abogados explica en su página web que este recurso ha de seguir una serie de pasos muy concretos.
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