En los últimos años, las comunidades autónomas han aprobado multitud de cambios normativos en el IRPF, donde tienen competencia sobre la mitad del impuesto. Este frenesí legislativo se ha frenado en 2018. Para el año en curso, solo dos Gobiernos autonómicos han aprobado modificaciones en lostipos impositivos del IRPF. Son La Rioja y Extremadura. Ambas comunidades han optado por reducir los gravámenes en la parte baja y media del tributo. El impuesto sobre la renta grava principalmente las rentas del trabajo y hoy el tributo es distinto en cada una de las comunidades autónomas.
Cataluña se mantiene otro año más como la comunidad que exige un mayor esfuerzo fiscal a las rentas bajas y medias bajas. En concreto, es la comunidad con un mayor impuesto para salarios inferiores a 32.000 euros. Esto significa que los catalanes que se encuentran en este nivel retributivo reciben un salario neto inferior que en el resto de comunidades autónomas. Entre 32.000 y 80.000 euros, Extremadura figura como la comunidad con una mayor presión fiscal sobre el trabajo y por encima de los 80.000 euros destaca la Comunidad Valenciana como el territorio con un mayor IRPF. Aragón, Andalucía y Murcia son tres comunidades que figuran en todos o prácticamente todos los niveles de renta por encima de la media en presión fiscal.
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