El juzgado de lo Social número 1 de Cuenca ha declarado accidente de trabajo la muerte por infarto de un camarero minutos después de recibir la carta de despido que le remitió su empresa a su casa, donde se encontraba de baja laboral.
Comisiones Obreras ha informado este lunes de que en sendas sentencias, que ya son firmes, se estiman las demandas presentadas por el sindicato en nombre de la viuda y de los dos menores huérfanos del fallecido, y declara que su muerte “vino causada por contingencia profesional (accidente de trabajo)” y no por la “contingencia común (enfermedad común)” inicialmente establecida por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) como determinante del fallecimiento.
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