Mientras que las ayudas para los asalariados a través de los Ertes se han ido prorrogando, en el caso de los autónomos la prestación extraordinaria por cese de actividad creada para paliar el efecto del estado de alarma terminó su vigencia el 30 de junio. Sin embargo, el Ministerio de la Seguridad Social creó dos figuras nuevas para paliar en parte las dificultades de muchos profesionales por cuenta propia para volver a su actividad, plenamente o de forma parcial.
Por un lado, una nueva prestación extraordinaria para los autónomos con actividades de temporada y, por otra, permitió que el resto de autónomos pudiesen solicitar la prestación ordinaria por cese de actividad con la posibilidad de compaginar este importe con ingresos procedentes de su trabajo. Pues bien, según resalta Eduardo Abad, secretario general de Upta, el uso de ambas figuras ha sido ínfima, pues a la primera se han acogido solo 1.689 autónomos de temporada y a la segunda 162.253, según los datos de la ejecución de las prestaciones a los que ha tenido acceso eE.
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