La Reserva de Asistencia Social colaborará con los empleados y familias a adaptar la vivienda a los discapacitados. También fomentará becas de estudio o tratamientos médicos.

El Gobierno sigue buscando fórmulas para que las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales empleen sus excedentes de cotizaciones sociales en fines propios de su consideración, como entidades colaboradoras de la Seguridad Social. Por esta razón, a partir del próximo año, las mutuas tendrán que crear una Reserva de Asistencia Social para ayudar a los trabajadores, o sus familias, que quedan especialmente necesitados tras un accidente laboral o el fallecimiento del cabeza de familia.

Así se regula en una enmienda que, través del Grupo Popular, ha introducido el Gobierno en el Senado al Proyecto de Ley de mutuas colaboradoras de la Seguridad Social. En virtud de la misma, estas entidades tendrán que dedicar a este fin un 10% de los excedentes de cotizaciones sociales de la llamada Reserva de Estabilización de las Contingencias Profesionales.

Esta última es una bolsa dedicada a garantizar el equilibrio de las mutuas entre los ingresos por esta circunstancias, que los empresarios y trabajadores pagan en la nómina, y los gastos por prestaciones.

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