Esta semana, la ampliación del Plan de Recuperación que el Gobierno presentó a Bruselas (la llamada adenda) obtuvo el aprobado de la Comisión sin que el apartado dedicado a los futuros cambios fiscales a los que el Gobierno se compromete haya variado ni en una coma. Sigue así en pie el plan de someter a una «revisión exhaustiva los beneficios fiscales» existentes en impuestos como el IRPF.

Y, si hay una deducción que acumula todas las opciones de reducirse o eliminarse (porque es así como cabe entender el eufemismo «revisión»), ésa es la tributación conjunta en el Impuesto sobre la Renta. ¿La causa?: el gran impacto que su supresión tendría en términos de aumento de recaudación, considerando que es el beneficio fiscal que en mayor medida reduce la base imponible del contribuyente.

Esta figura, a la que recurren las parejas en las que un cónyuge no trabaja o cuenta con un nivel de ingresos muy inferior, tiene un coste total (sumando al Estado y las autonomías) de cerca de 2.400 millones, según los datos de la Memoria de Beneficios Fiscales 2023, complementados con los cálculos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

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