A la hora de encarar las políticas de diversidad e igualdad en las empresas, los profesionales implicados se encuentran con una buena ristra de obstáculos. Uno de los más importantes es la débil definición de muchos de los términos utilizados en la jerga de los recursos humanos, que en ocasiones hace más complicado encontrar soluciones. Uno de estos conceptos es el conocido como techo de cristal. “Es complicado establecer qué es el techo de cristal, que forma una nebulosa no del todo definida. Sabemos que existe, pero como nadie le dice abiertamente a una mujer que no la va a contratar o promocionar por ser mujer, en ocasiones cuesta verlo”, explicó ayer Adriana Domínguez, consejera delegada de la firma de moda Adolfo Domínguez, en una jornada organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).
Las medidas reales que aplican las empresas en materia de igualdad
Durante el encuentro, varios expertos disertaron sobre las claves que hay que tener en cuenta a la hora de impulsar estas políticas bajo un prisma de implantación efectivo, respetuoso y sostenible. Uno de los primeros movimientos pasa por anunciar públicamente, como compañía, la intención de llevar a cabo un proceso así. “La organización debe explicar que tiene un compromiso con los derechos humanos, estableciendo mecanismos de análisis, supervisión y seguimiento, así como mecanismos de comunicación y de rendición de cuentas”, apuntó Carmelo Angulo, expresidente de Unicef, embajador de España vitalicio y socio director de ABDC.
Leer la noticia completa – click aquí