La penúltima subida del salario mínimo interprofesional (SMI), a 900 euros, la mayor en los últimos 40 años, benefició a 1,4 millones de trabajadores. No obstante, ello también tuvo un efecto pernicioso sobre el empleo. El Banco de España ha publicado este martes un nuevo informe con la cara y la cruz del incremento del SMI realizado por el Gobierno en el 2019. El organismo no considera que provocara directamente una destrucción de ocupación, pero sí lastró las nuevas contrataciones. Hasta el punto de que el organismo presidido por Hernández de Cos afirma que el incremento del sueldo mínimo hace dos años obstaculizó la creación de entre 85.400 y 154.000 empleos.

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