La pensión por incapacidad permanente es compatible con el trabajo de autónomo. Así lo determina el Tribunal Supremo en una sentencia (cuyo texto íntegro puede consultar aquí) en la que considera que la actividad profesional que venía realizando como programador informático «no resulta perjudicial a su estado».

Según consta en los hechos probados de la sentencia, el demandante, que trabajaba como cocinero, comenzó a recibir en 2009 una pensión por incapacidad permanente absoluta. En 2016, el hombre comenzó a trabajar como autónomo en una empresa informática en la que desempeñaba tareas de programador a tiempo parcial de seis horas diarias de lunes a viernes.

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