La crisis inflacionista desatada a raíz de la recuperación de la normalidad tras la pandemia y del estallido de la guerra en Ucrania rompió de lleno con la tendencia global de bajada de impuestos empresariales que llevaba produciéndose desde hace décadas. Así lo constata la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el informe Reformas de la política fiscal 2023, publicado ayer. La caída de la imposición empresarial “pareció estabilizarse en 2022 tras una caída constante durante las últimas décadas”, explica el organismo con sede en París. “Por primera vez desde 2015″ –cuando se publicó el primero de estos informes– “las jurisdicciones anunciaron o legislaron más aumentos que reducciones” en estas figuras, añade.

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