Los propietarios de segundas residencias deben tributar por ellas en la declaración de la renta y es posible que sufran una subida fiscal este año. El porcentaje de imputación de esta renta inmobiliaria estaba fijado hasta ahora en el 1,1% para viviendas con revisiones catastrales a partir de 1994 y del 2% para anteriores a esta fecha. El límite, ahora, se fija en 2005, lo que significa que más contribuyentes aplicarán el porcentaje del 2%.
La campaña de la renta 2015 que empezó la semana pasada incorpora las novedades de la reforma fiscal aprobada por el Gobierno que supuso una rebaja de los tipos y tramos del impuesto. Sin embargo, como refleja un estudio publicado ayer por el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF), órgano dependiente del Consejo General de Economistas, también hay cambios que perjudican al contribuyente. Uno de ellos afecta a los propietarios de segundas residencias.
La legislación establece que los contribuyentes que posean una segunda vivienda deben imputar en su declaración una renta inmobiliaria en la base imponible general del impuesto. Hasta ahora, si la última revisión catastral se produjo a partir de 1994, el contribuyente debía incorporar en su IRPF el 1,1% del valor catastral del inmueble. Para fechas anteriores, el porcentaje era del 2%. Por ejemplo, el propietario de una segunda vivienda que hubiera sufrido la última actualización en 1998 y con un valor catastral de 300.000 euros, debía tributar por 3.300 euros (el 1,1% de 300.000 euros). A partir de este año, solo las viviendas con revisiones catastrales a partir de 2005 aplicarán el porcentaje del 1,1% y, el resto, del 2%. Significa que los propietarios de viviendas con actualizaciones de valores entre 1994 y 2005 sufrirán un incremento fiscal. Siguiendo el ejemplo anterior, el propietario de la vivienda de 300.000 euros deberá tributar a partir de este año por 6.000 euros frente a los 3.300 euros que incluía antes en su declaración.
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