El Gobierno se ha marcado el objetivo de elevar de forma gradual la base máxima de cotización para las pensiones antes de finalizar el año 2022, aunque su implementación abarcará de forma progresiva las próximas tres décadas a fin de asegurar su correcto despliegue. Así lo recoge el componente 30 del Plan de Recuperación remitido a Bruselas la semana pasada pero hecho público este miércoles, donde se añade que la medida estará acompasada de una adaptación de la pensión máxima en los mismos términos para no distorsionar el sistema. Es importante señalar que este componente, en su conjunto, “no conlleva costes o inversiones con cargo al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia”.

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