La emergencia del coronavirus ha dejado al borde del colapso el sistema sanitario y ello ha tenido repercusiones directas en todas aquellas enfermedades más allá de la pandemia. Y uno de estos ha sido que los tiempos de una baja laboral ‘común’ se han alargado de media el 33%, ya que la falta de efectivos o instalaciones, derivados estos para contener el virus, han dilatado pruebas, exámenes y tratamientos. Así lo constatan los datos publicados este miércoles por la mutua Asepeyo, que este pasado 2020 ha cerrado el ejercicio con un beneficio de 20,5 millones, frente a las pérdidas de 12 millones del 2019.

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