En España existían a finales de 2015 un total de 614.200 personas que declaraban trabajar como empleadas de hogar, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). De todas ellas 424.423 cotizan a la Seguridad Social por este trabajo, lo que supone que el prácticamente el 70% de estas empleadas esta regularizada.

Estos son los datos que maneja la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe sobre la evolución de este tipo de empleos, presentado hoy, en el que denuncia que aún una de cada tres empleadas de hogar sigue trabajando en negro.

No obstante, en los últimos cinco años, las mejoras legislativas llevadas a cabo en 2011 para este colectivo, fundamentalmente en materia de protección social, han hecho que los términos se invierta. De hecho, según este informe en 2010 solo cuatro de cada diez empleadas de hogar cotizaba a la Seguridad Social y el 60% restante trabajaban en la economía sumergida.

Pese a esta mejora, los responsables de la OIT destacan que la media de empleo en negro de este colectivo es diez puntos superior a la media del resto de sectores, donde una media del 20% trabaja en la economía sumergida.