El año 2025 sigue rompiendo récords históricos en cifras de desempleo, rumbo, sin pausa pero sin prisa (hablando de temas históricos), a su mínimo en los últimos 30 años. El siempre férreo mercado laboral parece volver a florecer con cada vez más oportunidades laborales y mejores condiciones (aunque nunca se olvide del todo de su novia tóxica, la precariedad), haciendo que hasta el empleado más acomodado y fiel no pueda evitar mirar, aunque sea de reojo, a lo que se ofrece fuera.

Sin embargo, el hecho de buscar un nuevo trabajo mientras ya se está en una empresa siempre puede generar una pequeña sensación de ser un espía infiltrado. Asimismo, también es común el perfil del empresario atento a cada movimiento de sus tropas para intentar saber quién puede ser el siguiente en abandonar y traicionarlo como en la “boda roja” de Juego de Tronos, que quiere evitar a toda costa que esto ocurra, buscando saber cuáles son los medios a su alcance para detener cualquier salida indeseada.

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