Las organizaciones de autónomos han recogido el guante lanzado hace dos semanas por la ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. Magdalena Valerio puso entonces sobre la mesa la necesidad de que este colectivo cotizara en función de sus ingresos reales y que pudieran hacerlo, bien trimestralmente, bien con correcciones a lo largo del año.
En la actualidad, este colectivo tiene libre elección para fijar su base de cotización a la Seguridad Social hasta los 47 años, por lo que es habitual que opten por la mínima. De hecho, el 64% de los 3,2 millones de autónomos (incluyendo los societarios) que hay en España cotizan por la base mínima, mientras que entre los que son personas físicas el porcentaje aumenta al 85%. Una situación que genera, entre otros inconvenientes, que este sistema tenga un déficit de 6.500 millones de euros.
La Federación de Autónomos (ATA) y la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) –que representan conjuntamente a más del 75% del colectivo– presentaron ayer una propuesta conjunta para que el colectivo de empleados por cuenta propia coticen en función de sus ingresos reales a la Seguridad Social. Para ello, han planteado cinco tramos a los que se acogerían los autónomos en función de sus ingresos y que evitarían, según defienden, que tres de cada cuatro autónomos se vieran afectados o tuvieran que elevar su base de cotización. Dicho de otro modo, un 75% pagaría lo mismo, o incluso menos.
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