Las vendedoras ocasionales de Thermomix en España han disparado las alarmas por las recientes inspecciones laborales que han terminado en sanciones. Una sentencia judicial contra una comercial ocasional de Valencia le ha obligado a pagar en cuotas de autónomos el triple de lo que había ingresado con la venta ocasional de la Thermomix.
La ama de casa, tras haber vendido una Thermimix durante 3 meses seguidos, fue condenada a pagar unos mil euros por concepto de tres meses de cuota de autónomos en la Seguridad Social tras haber ingresado apenas 300 euros, según ha informado la Asociación de Trabajadores Autónomos, ATA.
El juzgado concluyó que la ama de casa tenía una actividad aconómica habitual a pesar de sus bajos ingresos. El caso ha conmocionado a las amas de casa que venden el robot de cocina para generar ingresos adicionales y temen una inspección sorpresa que les obligue a incurrir en pérdidas.
Nueva estructura de ventas
Para evitar nuevos conflictos con la inspección del trabajo, Thermomix acaba de modificar la estructura de su red de vendedoras en España. La compañía que lidera la venta de robots de cocina ha decidido clasificar a los comerciales en dos grupos: los vendedores regulares, que están dados de alta como autónomos en la Seguridad Social, y los ocasionales que no alcanzan en un año el salario mínimo interprofesional.
La empresa alemana ha recibido inspecciones laborales para aclarar la situación de sus 8.500 comerciales que venden el robot de cocina en presentaciones privadas y con el sistema de puerta fría, según reconoció a este medio Ignacio Fernández-Simal, director de Themomix en España.
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