La economía catalana no se resintió de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) el año pasado cuando se situó en 900 euros al mes por 14 pagas. Es una de las conclusiones de un informe elaborado por la Cambra de Comerç de Barcelona que analiza diferentes variables.

La más importante es la de la evolución de la contratación en los sectores más expuestos al SMI:. agricultura, comercio, inmobiliarios, actividades administrativas, artísticas y otros servicios. En esos sectores donde hay más trabajadores con salarios bajos, el crecimiento de la afiliación fue del 1%. En cambio, en el resto de sectores no expuestos de manera tan evidente al SMI el alza fue del 2,5%. Por lo tanto la diferencia del crecimiento en la contratación fue de 1,5 puntos. Si se realiza esa mismo cálculo en el periodo 2016-2018 cuando no hubo una subida del SMI tan pronunciada, el diferencial de incremento fue del 1,7 puntos. Por lo tanto la brecha entre la contratación supuestamente más afectada por el SMI se ha reducido.

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