La economía española ha cambiado en el complejo proceso de una pandemia, varias guerras y una crisis de precios histórica e inédita en varias décadas. Por el camino, tanto en España como en Europa, los países se han visto obligados a abordar medidas de apoyo económico con un marcado carácter sanitario y social. Ese importante despliegue de gasto público se ha asumido con un también destacable incremento de la presión fiscal, el indicador que suma los ingresos por IRPF, las cotizaciones sociales y el IVA en relación al PIB. En España, ese indicador aumentó 2,9 puntos y en 2022 supuso el 38,3% del PIB.

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