El Gobierno ha vuelto a tirar este martes de la palanca fiscal para dar algo de aire a las pymes y autónomos ante las tensiones de liquidez que provoca la crisis desatada por la crisis del coronavirus Covid-19.

En concreto, el Consejo de Ministros ha ampliado en 30 días la moratoria del pago de impuestos ya en marcha para los pequeños empresarios, que pasa de tener tres a cuatro meses de aplazamiento sin coste para los contribuyentes.

La medida fue aprobada el 12 de marzo, dos días antes del decreto del estado de alarma y permite a pymes autónomos aplazar el pago de hasta 30.000 euros en impuestos como IRPF, Sociedades o IVA durante un periodo máximo de seis meses con tres de carencia, en los que no se aplica ningún coste o interés, que ahora pasan a cuatro meses.

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