Un buen currículo te abrirá las puertas de un empleo, pero sólo conseguirás un puesto si superas con éxito el cara a cara con la persona que te puede contratar.

Hablar de tus errores con claridad, explicando qué has aprendido de ellos, te dará puntos para salir airoso de una entrevista de trabajo. Si de verdad quieres conseguir ese puesto al que optas y destacar sobre el resto de los candidatos, dar en el clavo en las respuestas que te plantea el reclutador es definitivo para hacerte con el trabajo. A la vuelta de vacaciones las entrevistas laborales se multiplican. Según la firma de cazatalentos y selección de ejecutivos Hudson, el 40% de los procesos de selección se cierra durante el último trimestre del año. Andrés Fontenla, director general de Fontevalue Consulting, ha entrevistado a muchos candidatos y reconoce que lo que más valora es «que un candidato, respetando el marco de tiempo, sea capaz de llamar mi atención sobre aspectos que me han podido pasar inadvertidos al tratar un asunto concreto o bien en el transcurso de la conversación. Al fin y al cabo, la entrevista de selección es una interacción humana y, como tal, aunque esté bien preparada por ambas partes, está sujeta al vaivén del momento y también al de las emociones». Alfredo Santos, director general de búsqueda y selección de Hudson, coincide en que «cada entrevista es única, pero hay una serie de preguntas que suelen ser comunes a todas ellas, por eso es conveniente que los candidatos hayan pensado con antelación sus respuestas».

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