Los últimos datos de la Agencia Tributaria muestran que las rentas brutas del trabajo declaradas en el IRPF, que incluyen salarios, pensiones, prestaciones por desempleo o ingresos de profesionales autónomos, cayeron en 2013 hasta los 503.296 millones, un 1,5% menos que el año anterior y el nivel más bajo desde 2006. La estadística fiscal refleja con contundencia los efectos del elevado desempleo y de las reducciones o moderaciones salariales que se han impuesto en la mayoría de empresas.

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