Las diligencias de embargo se han disparado con la crisis. En 2008, Hacienda dictó 2,3 millones de órdenes de embargo sobre cuentas corrientes, una cifra que en 2013 alcanzó los 5,5 millones. Es decir, casi se han triplicado en un lustro. El incremento refleja las dificultades de particulares y empresas por abonar sus deudas con la Administración y el mayor celo de Hacienda para recaudar.

En 2013, Hacienda también emitió un millón de órdenes de embargo de créditos y valores, un 5,8% más, según los resultados ofrecidos hoy por la directora de Recaudación de la Agencia Tributaria, Soledad García.

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