Era una reivindicación histórica de los autónomos y de las pequeñas empresas. Se esperaba una afluencia masiva de estos colectivos para apuntarse al IVA de caja, el nuevo sistema que permite pagar el impuesto sólo cuando se cobra efectivamente la factura y no cuando se emite. Y, sin embargo, a falta de sólo dos días para que concluya el plazo prorrogado por Hacienda, ya que expira el lunes 31 de marzo, apenas se ha apuntado un 4% de los posibles beneficiarios.

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