El Gobierno tiene previsto revalorizar las pensiones de 2018 con el IPC de diciembre para compensar la pérdida de poder adquisitivo, según informaron este lunes fuentes del Ministerio de Trabajo, tras un desayuno informativo de Europa Press en el que participó la ministra Magdalena Valerio. Teniendo en cuenta las previsiones de inflación para final de año, esto supondría un coste para la Seguridad Social que rondaría los 386 millones de euros.

El objetivo del Ejecutivo, sin embargo, es que el IPC cierre el año por debajo del 2%, varias décimas por encima del 1,6% previsto en los Presupuestos. De cumplirse esas previsiones, y teniendo en cuenta que según fuentes de Trabajo, cada décima de desviación costará 128,6 millones de euros, el gasto de la actualización retroactiva de las pensiones para 2018 se elevará a los 385,8 millones de euros si cierra en el 1,9%. Además, dado que esa paga se consolida habitualmente en la nómina de las pensiones para el año siguiente, habría que multiplicar por dos esa cantidad, lo que resultaría en un gasto de 771,6 millones de euros entre 2018 y 2019.

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